La importancia del cuento como recurso educativo

Hoy voy a comenzar este post, explicando para qué sirve un cuento desde mi opinión como maestra. Los cuentos, son además de una gran herramienta que tenemos a mano cada día para favorecer el aprendizaje de nuestros y nuestras pequeños y pequeñas, un excelente recurso para la diversión, para favorecer la imaginación y el juego. Para mí esto es primordial a la hora de conseguir que un cuento triunfe, ya que si dicho cuento le transporta a un mundo imaginario, que les permita jugar, expresarse sin problemas, y desarrollar dicha imaginación, disfrutan de la historia.

Los cuentos además creo que no son sólo para escuchar, con ellos también se da la oportunidad de participar de la historia, y de participar a la hora de contarlos, algo que les encanta.

Para mí, como profesora, es emocionante poder ver y disfrutar de como los niños y niñas, más pequeños y pequeñas, que a penas tienen la capacidad de hablar y mucho menos de leer pueden contarnos con sus palabras esas historias de las que nosotros les hacemos partícipes día a día. Es genial ver cómo se saben la historia, la continúan e incluso inventan nuevas partes o finales.

Esto también nos permite a nosotros y nosotras como transmisores, inventar nuevas posibilidades para historias bien conocidas, nuevos recursos para contarlas y conocer cuáles son sus gustos, sus intereses y con ello permitir que sean protagonistas al elegir el cuento del día, o la historia que quieren escuchar.

Los cuentos, les ayudan a comprender su mundo y el entorno que les rodea, a entenderse en definitiva a ellos mismos y ellas mismas. 


Recurso educativo

Como recurso educativo,son uno de los recursos educativos por excelencia y existen tantos como temas podamos imaginar. Pueden ser, y son, una herramienta muy útil para trabajar diversas áreas y contenidos. 

Es a través de ellos, que podemos crear mundos imaginarios en los que los niños y niñas experimentan de primera mano algunas situaciones de la vida cotidiana que les prepararán para su día a día. Dando paso a descubrir un mundo inmenso a partir de ellos, a introducir en su día a día nuevos conceptos, valores, rutinas y experiencias cercanas a su realidad.

Uno de los elementos más importantes para nosotros es la comunicación. Y, precisamente, con los cuentos se dan oportunidades para generar un sin fin de interacciones con nuestros y nuestras peques.

0-1 año

Los cuentos más apropiados para un bebé son aquellos que puede tocar y sentir.

El formato de cuentos para esta edad lo podemos dividir en unas tres partes:

- Hojas con distintas texturas, olores, sonidos, en esta categoría podríamos elegir cuentos que desarrollen los sentidos. El tacto es uno de los sentidos que antes desarrollan a esta edad, además, es muy importante para el bebé.

- Una imagen por página, lo ideal sería que fuesen imágenes reales siempre que podamos ofrecer cuentos de este tipo y con palabras sueltas o frases sencillas, preferiblemente con diferentes ritmos y tonalidades para despertar su musicalidad.

- Cada ilustración debería ser una escena, que puede ser una serie de cosas que suceden. Es narrativa, pero la imagen debe ser muy sencilla y de cosas vivenciales. Durante esta fase, no es tan importante la historia como el cuento en sí mismo.

Los cuentos han de ser de pequeño tamaño, para que puedan manipularlos fácilmente y de material resistente para que puedan tocarlos sin problema. 

Un ejemplo de este tipo de cuentos, es la colección "De la cuna a la luna" de la Editorial Kalandraka.

1-2 años

A partir del año, más o menos, los niños y niñas empiezan a mostrar más interés por las historias, aunque tienen preferencia por las que son sencillas y repetitivas. Incluso con algo de musicalidad, de esta manera para ellos y ellas es como un juego, algo divertido.

Poco a poco comienzan a comprender la narración, el cuento en sí debe estar compuesto de hasta un máximo de 5, 6 imágenes. Las acciones han de estar contenidas en las imágenes y ser acciones que les muestren una realidad concreta y conocida. A esta edad, es más importante lo que transmite la imagen, que la historia en sí. 

El material que deberemos elegir para los cuentos de esta edad, es preferible que sea cartoné, puesto que es un material consistente. Y los cuentos fabricados con dicho material, tienen las hojas más gruesas, por lo tanto fáciles de pasar.

Ellos y ellas querrán ser partícipes en todo momento de la historia, y llevar el ritmo de las hojas según vaya avanzando. El tamaño del cuento, puede variar, pero es conveniente que aún sean de una tamaño adecuado a sus manos, para permitirles la manipulación sin problema.

Algunos ejemplos son “El pollo Pepe”  de la editorial SM, "Los Planetas" , "5 patitos" o "Mi cara"de la editorial Jaguar, “¡Que llega el lobo”, de Edelvives, "Le Pondremos un bigote?" de editorial combel entre otros.

2-3 años

Esta etapa para mí es genial, empiezan a mostrar un interés especial por las historias ya que son capaces de imaginar, intentan ir un poco más allá, comprender lo que ocurre y por qué, cómo se sienten los protagonistas… Es en esta etapa, en la que mejor podemos utilizar los cuentos con fines educativos, es decir para trabajar distintos conceptos que queramos, para el aprendizaje en valores , de las emociones, para desarrollar la imaginación o como hilo conductor de cualquier temática posible que se pueda dar en el aula.

También podemos inventar las historias con ellos y ellas, de esta forma potenciamos su desarrollo oral, la escucha, la concentración, los tiempos de espera para que cada uno y una tenga la oportunidad de aportar su granito de arena, y mejorar el desarrollo del lenguaje. Además, con la invención, hacemos que sus conexiones neuronales comiencen a trabajar.

Si esto lo llevamos a cabo como un juego, como un momento relajado, de diversión y de compartir con el resto,Una ves estén habituados a esta rutina "cuentil", es muy probable que entre ellos y ellas a modo de juego, se expliquen historias.

A partir de esta edad, yo suelo ser partidaria de darles variadas opciones sin mirar la edad recomendada, porque a veces esto nos condiciona en la elección del cuento. Hay cientos, miles, variadísimas historias, tantas como gustos a la hora de elegir un cuento. Por esto para mí a partir de esta edad, prima más la opción de elegir según el tipo de niño o niña para que queramos el cuento.

Es poco probable encontrar a un niño o niña al que no le resulte atractivo ningún tipo de cuento, sin embargo, debemos tener en cuenta que mantener ese interés y gusto por la lectura cuando van creciendo en parte es trabajo nuestro.

¿Me ayudas a mantener la magia?



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